¿Debo mezclar el alimento concentrado con otras sustancias para que mi mascota se lo coma?

Para calificar a un alimento concentrado como de buena calidad, lo más importante es que debe cumplir con el principal requisito para ello: la palatabilidad.

Esta expresión comprende todo un complejo grupo de condiciones del alimento, enlazadas perfectamente para que se cumpla con el propósito de generar una alta atracción y deseo espontáneo por parte de las mascotas, por consumir el alimento de forma repetida, sin necesidad de mezclarle otras sustanciassustancias.

En el concepto de palatabilidad, a parte de un apetecible sabor y aroma, las croquetas deben tener un adecuado tamaño de acuerdo con la capacidad de la boca del animal para aprehenderlas; una textura y dureza que garantice que las puede masticar sin mayor esfuerzo, sin que sean consideradas blandas; en otras palabras, las croquetas deben ser crocantes, pero no duras. Adicionalmente también intervienen la fórmula del producto, la calidad y el origen de los ingredientes, el nivel de oxidación de las grasas (conocido popularmente como enranciamiento), proceso que puede generar cambios notorios en la calidad del alimento, así como la liberación de olores desagradables al olfato, principalmente en los perros. Así mismo la humedad, el tiempo transcurrido desde la fabricación del alimento (vida útil o en anaquel) y otros aspectos,que influyen en la palatabilidad.

Con alguna frecuencia, los dueños de las mascotas se preguntan si será correcto adicionar sustancias al alimento concentrado seco. Las dos razones principales para querer hacerlo son: 1) creencia de que la mascota necesita nutrientes adicionales que el alimento no los entrega y 2) deseo de modificar el sabor porque piensan que su mascota se cansa de comer siempre lo mismo.

Cuando estamos frente a un alimento concentrado de buena calidad, los nutrientes se encuentran en adecuado balance, de tal manera que las necesidades nutricionales son completamente satisfechas a través del consumo en las cantidades apropiadas, por lo que no es necesario adicionarle otra sustancia para reforzar, por ejemplo, los niveles de proteína, grasa, fibra, vitaminas o minerales.

En consecuencia, cuando se le agrega una sustancia al alimento seco (sobras de la mesa, preparados de la cocina, premezclas comerciales de vitaminas o minerales), se puede correr el riesgo de desbalancear la dieta, modificarle la palatabilidad y probablemente estar mal enseñando al animal, acostumbrándolo a que en adelante para consumir el alimento, sea necesario mezclarlo con sustancias añadidas haciendo más complejo el suministro y el consumo del alimento por parte de la mascota.

Actualmente con los procesos de humanización, el uso de golosinas, galletas, enlatados y otro tipo de suplementos se hace más frecuente. Lo que se busca con ello es recompensar a las mascotas que están en procesos de adiestramiento, o que realizan trabajos específicos o prácticas deportivas. En otros casos los dueños encuentran en la utilización de estos snacks o golosinas, una nueva forma de transmitir afecto a las mascotas. Este tipo de alimentos deben ser suministrados en cantidades controladas que no conduzcan, como se mencionó con anterioridad al desbalance de la dieta, produciendo cambios en el estado corporal, como la obesidad o el sobrepeso.

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