¿Por qué maúllan los gatos?

Si tu gato es un poco más “vocal” que, de costumbre, el primer paso es determinar la causa. Una vez que resuelves esto puedes concentrarte en cómo conseguir que se tranquilice.

Si tu gato es un poco más “vocal” que, de costumbre, el primer paso es determinar la causa. Una vez que resuelves esto puedes concentrarte en cómo conseguir que se tranquilice.

Ciertas enfermedades o padecimientos pueden causar que su gato maúlle demasiado. Tú mejor que nadie conoces el comportamiento habitual de tu gato. Si ya has descartado todas las razones típicas por las cuales maúlla diferente o en exceso, una visita con su veterinario para una revisión puede ayudar a determinar la causa.

Si tu gato aún no ha sido esterilizado los maullidos serán mucho más frecuentes ya que la hembra está en celo y el macho lo percibe. La esterilización, además de disminuir la sobrepoblación y evitar futuros problemas de salud, ayudará a eliminar esta conducta.

¿Has notado que tu gato empieza a maullar cuando es el momento de ser alimentado? A la hora de comer, trata de alimentarlo cuando no está maullando.

Si hay cambios en casa, una nueva mascota, un bebé, se ha mudado recientemente, los niños regresaron a la escuela o algún otro cambio sustancial, tu gato puede tener ansiedad sobre lo que está sucediendo.

¿Sabes qué es la Ailurofilia?

Es el amor por los gatos o felinos, la palabra proviene del griego ailuros que significa gato, y philos que se traduce como amor. Esta palabra es contraria a ailurofobia, que es el miedo o la repulsión a los gatos u otros felinos.

Este amor por lo gatos va acompañado por los sentimientos de admiración, fascinación y placer que se siente al cuidarlos y gozar de su compañía. Lo cual en la gran mayoría de casos no desaparece con el pasar del tiempo.

Consejos para que refresques a tu gato en verano

Utiliza otro bebedero y añade algunos cubitos de hielo para que se mantenga durante más tiempo fría, no lo hagas en su bebedero habitual porque si le parece demasiado fría puede dejar de tomar agua y sufrir deshidratación, recuerda que con ellos es ensayo y error.

Mete cubitos de hielo en una media, en una bolsa de tela o congela una botella y cúbrela con una toalla y crea una camita de lo más refrescante. Eso sí, no le obligues a usarla, deja que pruebe.

Humedece una toalla y frótala suavemente por las partes de su cuerpo que más se calientan: estómago, axilas, almohadillas, debajo de la barbilla y parte externa de las orejas. O simplemente pon la toalla humedecida cubriendo su cabeza.