Frecuencia de alimentación

Los felinos son animales carnívoros desde sus orígenes. En la vida natural, cazan sus presas que consumen con voracidad y pueden pasar tiempos prolongados sin ingerir otro alimento. Para ellos la carne es un alimento vital porque les brinda algunos nutrientes de obligatorio consumo, que solo pueden encontrarlos en ella.

Los gatos domésticos actuales comen entre 10 a 12 veces durante el día y la noche y a diferencia de los perros, ellos no tienen problema en compartir su comedero con otros gatos. Debido a esa alta frecuencia de consumo, algunas personas creen que deben mantenerles el recipiente siempre con comida, pero esto es un error porque puede derivar en que el animal se engorde y termine obeso.

Los alimentos comerciales contienen los nutrientes obligatorios y necesarios y por ello, un producto de buena calidad satisface plenamente los requerimientos nutricionales de estos animales en sus diferentes etapas de vida.

Debe vigilarse con mucha atención el consumo de agua. Los gatos en general no la apetecen y ese déficit de agua es un factor de generación de cálculos en el sistema urinario. Cuando hablamos de la frecuencia para suministrarle el alimento a las mascotas, es necesario distinguir si se trata de un gato o un perro. Por razones anatómicas y de hábitos, ambas especies se comportan diferentes en este sentido.

Los gatos en particular comen más espacificamente y en menos cantidad que los perros. Ellos lo hacen varias durante el día y la noche, por lo que servirle la dosis de alimento recomendada por el fabricante y dejarla en lugar limpio y seguro, es lo indiciado, de tal forma que el animal se acerque cuando quiera a ingerir a voluntad. Sin embargo, esto puede ser mal interpretado y los dueños de los gatos llegan a confundirse, considerando que el comedero debe estar lleno de alimento las 24 horas. Errores como este, pueden conducir a que el gato consuma una mayor cantidad de lo necesario y ganar tanto peso que se convierta en un animal obeso.

Es muy importante en los gatos el consumo de agua. Estos animales no son muy ávidos por tomarla, siendo esta una de las razones para se formen los cálculos renales tan molestos y de relativa alta frecuencia principalmente en machos mayores de 6 años, aunque pueden presentarse en otras edades y en hembras en menos proporción.

Con respecto a conocer cuántas veces se le debe suministrar el alimento a los perros, el criterio para tener en cuenta es la edad. Los cachorros en las últimas semanas de lactancia, deben recibir muy pequeñas cantidades del alimento que consume la madre. Esto le permitirá al sistema digestivo empezar a identificarlo y a estimular las enzimas digestivas que le servirán para digerir el producto que será la base de su nutrición una vez se haya destetado. El hecho de abandonar la leche materna y remplazarla por un alimento seco, produce un fuerte impacto en el organismo del pequeño, razón por la cual, incluir unos días para acostumbrarlo trae muchos beneficios.

Una vez destetado, la frecuencia de alimentación debe ser entre 5 a 6 veces al día y debe disminuirse a medida que pasan los días. Cuando alcance su madurez, la frecuencia recomendada es de una o dos veces al día, de acuerdo con las posibilidades que tenga el propietario. Los fabricantes de los alimentos
secos están obligados a escribir claramente en sus empaques las tablas de alimentación que recomiendan según sea cachorro o adulto. Estas tablas muestran la cantidad diaria a suministrar y deben ser consideradas por el dueño del animal como una base de información, debido a que pueden cambiar según el nivel de ejercicio que realice el perro, el estado corporal y fisiológico y otras variables que deben ser consideradas.

Guía de alimentación