Los alimentos comerciales secos son los más populares en la industria de alimentación de mascotas y son consumidos por la gran mayoría de perros y los gatos alrededor del mundo. Existen diferentes métodos de fabricación de los alimentos concentrados para mascotas, pero indudablemente el más moderno y eficaz, es la extrusión, cuyo objetivo primordial es la cocción de los ingredientes que contienen almidones para hacerlos más digestibles y palatables. Este proceso se realiza en una máquina llamada extrusor.
La digestibilidad se refiere a la característica que tiene el alimento de ser asimilado en el sistema digestivo del animal. De ella depende la cantidad que es absorbida por el organismo y en consecuencia, lo que no es digerido, será lo que conforma la materia fecal como destino final del proceso digestivo.
La palatabilidad se entiende como la cualidad que asegura el consumo espontáneo y repetido del alimento por parte de la mascota. Un buen alimento para mascotas debe ser altamente palatable y debe generar un deseo por parte del animal para ingerirlo, sin necesidad de mezclas de sustancias agregadas que pueden en algunos casos, traer más perjuicios que beneficios en la salud y bienestar de la mascota.
A partir de la fórmula que los nutricionistas especializados diseñan para producir los diferentes alimentos concentrados, los ingredientes dentro de la planta de producción son seleccionadas y mezcladas en las cantidades exactas, adicionando posteriormente agua en forma de vapor para que se forme una masa homogénea que será sometida en el extrusor a presión y temperaturas un poco superiores a 1000C., con el fin de lograr las condiciones de cocción necesarias para que los almidones contenidos en la fórmula, sean asimilados por el sistema digestivo de las mascotas. Sin este requisito, los almidones no serán absorbidos haciendo que la digestibilidad del alimento baje considerablemente y las heces sean abundantes y de consistencia muy blanda, lo que trae como consecuencia una alimentación inadecuada y deterioros en la salud de los animales.
A continuación la masa pasa a través de orificios que le dan la forma y tamaño al producto final. En este punto se produce la expansión de las croquetas, aspecto que es muy importante en la palatabilidad. Posteriormente – en la mayoría de las plantas modernas – se hace una aplicación de grasa y saborizantes en polvo preferiblemente, que contribuirán de manera definitiva a la atracción del animal por el alimento a través del sentido del olfato, tan desarrollado principalmente en los perros. Luego vendrán los procesos de enfriamiento y secado utilizando aire caliente y finalmente el empacado en el material que ayude a preservar las cualidades e integridad del alimento.
Adicionalmente a las ventajas mencionadas, el proceso de extrusión elimina la carga de bacterias y de microorganismos nocivos para la salud de las mascotas, permitiendo alcanzar un período apto para el consumo, que puede ser de 1 año o incluso más en algunos casos. Será cada fabricante quien establezca este plazo de acuerdo con las condiciones del proceso y de la formulación.
